En Cañar, la fibra de alpaca es una alternativa productiva
La organización indígena Tucayta apoya la protección de áreas de páramo

El ganado vacuno es reemplazado por camélidos que contribuyen a la conservación de los humedales.
Los integrantes de la organización indígena Tucayta en Cañar optaron por utilizar la fibra de alpaca como una alternativa productiva. En el bosque de Patococha, a 3560 metros sobre el nivel del mar, crían 120 alpacas.
Para llegar al sitio se accede por un camino de tercer orden. Desde el centro de Cañar el trayecto dura una hora. El clima es frío. Hay neblina constantemente y lloviznas. En ese punto se encuentra José Maynato quien cuida a los animales.
Son 15 personas que se encargan de este proyecto de emprendimiento; sin embargo todas las 14 comunidades y cinco cooperativas miembros de la Tucayta son dueños y responsables de los animales. María Natividad Laso, una de las emprendedoras dice que aprendieron desde la manera de cortar la lana hasta tejer diferentes prendas de vestir.
La idea nació en el 2010. Los integrantes de la Tucayta contaron con el apoyo de la Asociación de Cooperación Rural en Africa y América Latina (ACRA). La Unión Europea entregó un aporte de $400 mil. El Gobierno Provincial de Cañar dio $30 mil.
Cuando recién iniciaron tardaban un día en obtener la fibra de una alpaca, ahora tienen experiencia y trasquilan un promedio de siete alpacas diarias.
Luego de recolectar la fibra se lleva al centro de acopio en donde se la clasifica de acuerdo a su finura. Laso es experta en eso. Las distingue con facilida
d y menciona que la más delgada es la Baby, mientras que otra más gruesa se denomina Huarizo.
Esa fibra es distribuida a las habitantes de 14 comunidades que forman parte de la Tucayta para que hilen las madejas y elaboren las prendas de vestir. Los tejidos los hacen con crochet y palillos.
Entre los artículos que se venden están chompas para niños, sacos para mujeres y varones, bufandas, gorros, guantes, carteras. Los precios van desde los $7 que cuesta una bufanda hasta los $80 que es el precio de una chompa. Con la fibra de alpaca también realizan jabones.
"Por el costo de producción exportamos hasta Holanda" , dice Tomás Morocho, presidente de la Tucayta. Los productos también han sido exportados a Italia y España. Ese micro emprendimiento ayuda a solventar el presupuesto anual de la Tucayta que es de $50 mil.
El proyecto también busca ser eco sostenible para el páramo. Se reemplazó el ganado vacuno de la zona por las alpacas. Los páramos de Patococha son una de las principales fuentes de abastecimiento hídrico para las comunidades de Cañar. (XPA)
Patococha, principal fuente de abasto
El proyecto de Valorización de la Fibra de Alpaca. También busca ser eco sostenible para el páramo. Se reemplazó el ganado vacuno de la zona por las alpacas. Los páramos de Patococha son una de las principales fuentes de abastecimiento hídrico para las comunidades de Cañar.
En Cañar son 8 000 personas las que se benefician del Sistema de Agua Comunitario. Por ello los integrantes de la Tucayta emprendieron el proyecto del criadero de alpacas para conservar los páramos de la zona.
Tomás Morocho, presidente de la Tucayta, dice que introdujeron las alpacas en los páramos porque sus pisadas son más suaves a diferencia de las del ganado vacuno que generan erosión en la tierra.
Para tener espacio en donde criarlas impulsan también la compra de terrenos en los páramos, con el fin de asegurar su conservación. Planean adquirir 1 000 hectáreas. Hasta el momento han comprado 350 hectáreas.

Morocho dice que la tierra se beneficia con la presencia de esos animales porque aportan con abono natural y su comportamiento contribuye a la conservacion de los humedales.
Emprendimientos económicos
En la zona donde se crían las alpacas existen dos reservorios de agua, que sirve para dotar del líquido vital a los habitantes de Cañar en épocas de verano.
Un reservorio se llama Gulag, tiene una capacidad de almacenamiento de 650 mil metros cúbicos.
Otro reservorio llamado Patococha almacena 700 mil metros cúbicos de agua.
La Tucayta tiene otros emprendimientos como una panadería en la que trabajaban tres personas. El pan se produce con quinua y cebada que es cultivada en Cañar.
Otra actividad es la crianza de cuyes. Actualmente tiene 100 cuyes de calidad. La estructura de estos emprendimientos está en Cañar, en la vía a San Rafael, donde funcionaba el CREA.
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